jueves, 16 de agosto de 2007

El Origen Del Titulo

A lo largo de mis años en mi trabajo (hago producción radial) me acostumbre a explicar el porque de los nombres que le daba a los programas que producía. A sentarme para armar este blog, uno de los primeros campos a completar me produjo la sensación de siempre ... NADA. La misma sensación que me gana cuando hay que tomar decisiones rápidas, definitivas y que no me lleven a lo obvio o al ridículo. Elegí el titulo de una canción que interpretaba Juan Carlos Baglietto y su (por entonces) mujer Silvina Garre. En mi opinión, una de las canciones mas bellas del rock nacional (del que soy un fanático adicto) y que habla de aquellos matrimonios de generaciones pasadas, que tal vez se amaban pero nunca lo expresaban y donde la ausencia de uno de ellos, les llevaba a darse cuenta de su error. Hoy por hoy, es normal expresar ese amor por las personas que queremos. Yo no recuerdo si alguna vez mi padre me dijo que me quería, al menos yo tuve la iniciativa de decírselo los últimos años que lo tuve cerca. Hoy es uno de esos días en que lo extraño.
Por otro lado, también quise con este titulo del blog, interesar a quienes visiten esta pagina.
Quería compartir con ustedes la letra de esa canción. La extraje del website oficial de Baglietto y que es: www.jcbaglietto.com.ar

Tema: Que son esas palabras
Autor: A. Callaci - R. Bielsa
Disco: Actuar para vivir (1982)

Veinte años vivieron el uno junto al otro,
veinte años de cardo de cereal y de trilla,
la rueda del molino, acompasaba las horas
y el invierno dormía en la hiedra amarilla.

El cuidaba de todo, con prudencia callada,
lo mismo los ganados, que la cosecha fina,
ella cruzaba el patio, como rueda de espuela,
entre el pozo de agua, la mesa de harina.

En inviernos atroces, en veranos soleados,
durante veinte años, se hicieron compañía,
nunca se preguntó, si la había querido,
que son esas palabras, estaba y la tenia.

El no necesitaba noción mas detallada,
que conocer su nombre, y el nombre lo sabia,
él la llamaba Carmen en la sombra y la tarde,
cuando la luz es lámpara de mecha tardía.

Veinte años vivieron el uno junto al otro,
sin ver apenas médico, peón, colono, artista,
el tren pasaba lejos como un cuento de infancia,
y el no se preguntaba si en verdad la quería.

Ella murió lustrando la vajilla de plata,
en el ancho silencio de la tarde vacía,
el aprendió de golpe, como caen las heladas,
que el amor es amor, aunque no se lo diga.

4 comentarios:

Walter Chatelain dijo...

Carlos, sin duda que vas a encarar este blog como lo haces con tu actividad profesional por lo que estoy convencido de que el resultado será un excelente producto. Saludos y nos vemos pronto.

ANGEL NEGRO dijo...

Querido socio del silencio: La nada es igual que el todo, no existe. Miras donde la sombras no deja huellas y no hay nada, miras al frente donde esta la luz y esta el todo.
Solo importa donde quieres estar.
Metafísica, eje terreno en el espacio sideral. Latas de tomate. Si Federico Klemm se hizo entender, vos nunca tengas dudas.
Que la magia te acompañe junto a la mujer que más amo: LA RADIO.
ANGEL NEGRO

Andrea dijo...

No tenía conocimiento de la existencia de esta hermosa poesía, hasta que la conocí en tu blog. y la verdad ¿cuánto tiene de cierto, no? es importante que las personas entendamos que ningún segundo vivido será igual al de ayer.

Carlos Vargas dijo...

Gracias Andrea, y es asi, muchas veces por escuchar repetidamente las canciones, no prestamos atencion a su letra y muchas veces en su poesia, trataremos de redescubrir alguna de ellas. Gracias